Piloto: Fred
Meteo: Real
Aeronave: B737 Cargo TAG
Simulador: X-Plane 10.35
Todos los hoteles son iguales. Por las mismas ventanas entreabiertas
atisbas las luces inciertas de la primera hora, y en habitaciones mil
veces ocupadas por historias sin nombre repasas una vez más el dia que
te toca. Empiezas a sentir el hilo inasible del aire atrayéndote hacia
él, pero hoy, el maldito calendario de los últimos cinco meses se empeña
en desgranarse moroso ante ti alimentando insidiosamente un temblor de
desconfianza.
Estais en Delhi, vais a sobrevolar otra de las esquinas
del mundo con 40 toneladas de ayuda, os conformareis con hacer estas
etapas de enlace y dejar la carga en Katmandú desde donde será
distribuida a lugares remotos. En unas horas volvereis al punto de
partida, y repetiréis la operación en los próximos dias antes del
comienzo de la ya cercana temporada de lluvias.
7.30 h en el Indira
Ghandi. En la terminal de carga, en medio del aeropuerto, lejos de los
turistas del technicolor, se completan los trabajos de estiba y los
trámites de aduanas mientras tu empiezas con la revisión de prevuelo.
Esta vez vas sentado a la derecha y cuando subas al aparato encontrarás
todo “oscuro y frio” (es un decir) empezarás con listas y
comprobaciones, cargarás el fmc, encenderás lucecitas, tocarás mandos,
mirarás relojes, probarás alarmas, sacarás las fichas de destino, todo
unos minutos antes de que llegue el comandante y os pongais en marcha.
Poco más de las 8.00 h, autorización para arranque, te haces cargo de la radio y salis al taxi para poneros en cola de la 29.
Salida
limpia. A 1500 pies un giro rápido a la izquierda y en ascenso para
ganar altura lentamente. Escapar de las nubes dice el manual, pero tu
estas deseando cruzarlas, Icaro improbable de alas prestadas al acecho
de un sol que te acabará quemando, flotas engañosamente seguro en el
aire enrarecido de las alturas y huyes de una tierra que te ahoga
incluso a nivel del mar.
35000 pies. Poco más de una hora de crucero
por estas planicies del norte donde la visión es inmensa. Te vas
sintiendo cómodo a medida que pasan los minutos, el zumbido del aire, el
reflejo metálico de los paneles y el tacto del asiento actúan como un
bálsamo que hace innecesaria la imaginación para estar aquí, pero bastan
unas leves sacudidas en el aire claro para que por un instante el dolor
culebree de abajo arriba como amargo dolorido recuerdo, e
instintivamente te mires y casi puedas ver a través de la ropa las leves
manchas rosadas, restos del andamiaje que sostuvo la débil arquitectura
maltrecha desgarrada.
TOD. Empezais a bajar a 60 mn del Vor de
Simara previniendo el efecto del viento del oeste que hasta ahora os ha
empujado blandamente. Como estaba previsto, os anuncian pista y espera
sobre Nopen, el Tribhuvan International sigue colapsado después de un
mes de temblores y retemblores que no han hecho sino empeorar las cosas,
asi que entrais al patrón esperando que la radio grazne un “clear” que
no llega. Frente a montañas de belleza inaudita, inabarcables a una
mirada rápida, pasais un buen rato dando vueltas a 12.000 pies, hasta
que la autorización final os permite atravesar los desfiladeros y
descender suavemente a los 4400 del aeropuerto para tomar tierra por la
02.
Tus heridas curaran pronto, las de esta tierra nepalí quizá duren más.
3 comentarios:
eeeehhh ... me gusta como lo cuentas
podias viajar mas y compartirlo
saludos
Gracias. Cada uno lo cuenta a su manera, pero lo que importa es divertirse un poco y no perder de vista las cosas que pasan "ahí fuera". Ambas están al alcance de todos, asi que no dejes de intentarlo. Saludos para ti.
"Icaro improbable de alas prestadas al acecho de un sol que te acabará quemando, flotas engañosamente en el aire enrarecido de las alturas y huyes de una tierra que te ahoga incluso a nivel del mar"
Elegante descripción. Enhorabuena al blog que alberga a este tipo de usuarios.
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