Piloto: Juanjo
Meteo: 33020KT 9000 TSRA BKN 009 OVC 012 16/15 1005
Aeronave: DC-3 y PC-12
Simulador: XPlane 9.70
"TAG 463, tenemos un mensaje de su compañía para que se pongan en contacto con ellos lo mas pronto posible". La llamada del controlador en plena aproximación nos sorprendió pues ya habíamos informado de nuestras intenciones de esperar en Tenerife Norte a que pasase la tormenta antes de llevar nuestro nuevo-viejo DC3 a Tagoror para ser puesto a punto. Tras aterrizar y conectar los teléfonos los avisos de llamadas perdidas se multiplicaron.
Manolo, "el Chispas", tenía un infarto cardíaco y, aunque estaba estabilizado en la enfermería de la base, se necesitaba un cateterismo urgente para abrir sus arterias coronarias. La mala suerte estaba aliada con la mala meteo. Ninguna aeronave estaba operativa para poder evacuar "al Chispas" y el transporte por mar era demasiado lento e inviable.
Tras evaluar la situación estaba claro que era imposible sacar a nadie de la isla pues la borrasca por la que nos desviamos se tornaría demasiado virulenta y peligrosa a medida que pasase el tiempo y nuestro DC3 no era el avión ambulancia idoneo, de manera que decidimos llevar el material necesario a la isla y aguantar el temporal lo mejor posible.
A toda prisa cargamos el material que prepararon en el hospital en un tiempo record y un médico y una enfermera especialistas se ofrecieron a ir a Tagoror para realizar el procedimiento. Les advertimos de las condiciones del vuelo pero ya habían trabajado con la compañía y no podían dejar a un compañero en dificultades.
Con todo dispuesto despegamos y nada mas meternos en nubes nos dimos cuenta de que no había forma de apagar las luces estroboscópicas, lo que unido a la gran cantidad de rayos y relámpagos hacían que los periodos de oscuridad fuesen mínimos... como los de vuelo recto y nivelado. ¡¡Menuda turbulencia!!
El tiempo de vuelo se hizo una eternidad pero al final alcanzamos el NDB y descendimos para realizar la aproximación hasta que salimos de las nubes con rayos por todas partes y sin que los baches nos diesen el mas mínimo descanso. Había que afinar para aterrizar pues un "motor y al aire" nos llevaría de nuevo a la "lavadora" en su programa mas agitado.
Dando bandazos hicimos la aproximación final con el piloto automático desconectado. Había saltado un par de veces durante el vuelo pero aún así nos sirvió para confirmar que todavía hacía su función con toda la eficacia posible para las circunstancias.
Ya en la isla mientras el personal de la base preparaba el material y los equipos para la intervención, nuestros dos pasajeros se reponían del intenso viaje. Nunca habían pasado tanto miedo como en aquella ocasión, pero con un rato de descanso, "admirando" la tormenta desde la cantina de la base y con un par de buenos cafés en el cuerpo realizaron una intervención magistral en la bien dotada enfermería que salvó la vida a nuestro querido compañero.
Ya sin prisas, con los deberes hechos, decidimos esperar a que pasase la borrasca y trasladar al enfermo en cuanto mejorase la meteo. Así tambien daríamos tiempo a que nuestra PC12 medicalizada terminase con la misión que estaba realizando y pudiesemos hacer el transporte con unos medios mas adecuados que el ruidoso pero adorable DC3. Y así se hizo, de nuevo metidos en nubes todo el rato pero con un vuelo mucho mas cómodo que el primero dejamos a nuestro compañero convaleciente en Tenerife, esperando su pronta y completa recuperación.
"TAG 463, tenemos un mensaje de su compañía para que se pongan en contacto con ellos lo mas pronto posible". La llamada del controlador en plena aproximación nos sorprendió pues ya habíamos informado de nuestras intenciones de esperar en Tenerife Norte a que pasase la tormenta antes de llevar nuestro nuevo-viejo DC3 a Tagoror para ser puesto a punto. Tras aterrizar y conectar los teléfonos los avisos de llamadas perdidas se multiplicaron.
Manolo, "el Chispas", tenía un infarto cardíaco y, aunque estaba estabilizado en la enfermería de la base, se necesitaba un cateterismo urgente para abrir sus arterias coronarias. La mala suerte estaba aliada con la mala meteo. Ninguna aeronave estaba operativa para poder evacuar "al Chispas" y el transporte por mar era demasiado lento e inviable.
Tras evaluar la situación estaba claro que era imposible sacar a nadie de la isla pues la borrasca por la que nos desviamos se tornaría demasiado virulenta y peligrosa a medida que pasase el tiempo y nuestro DC3 no era el avión ambulancia idoneo, de manera que decidimos llevar el material necesario a la isla y aguantar el temporal lo mejor posible.
A oscuras... |
Con todo dispuesto despegamos y nada mas meternos en nubes nos dimos cuenta de que no había forma de apagar las luces estroboscópicas, lo que unido a la gran cantidad de rayos y relámpagos hacían que los periodos de oscuridad fuesen mínimos... como los de vuelo recto y nivelado. ¡¡Menuda turbulencia!!
... con rayos... |
...y relámpagos. |
Ya en la isla mientras el personal de la base preparaba el material y los equipos para la intervención, nuestros dos pasajeros se reponían del intenso viaje. Nunca habían pasado tanto miedo como en aquella ocasión, pero con un rato de descanso, "admirando" la tormenta desde la cantina de la base y con un par de buenos cafés en el cuerpo realizaron una intervención magistral en la bien dotada enfermería que salvó la vida a nuestro querido compañero.
En final de la 30 de GCXO |
3 comentarios:
Ufff... no sé si mi estómago hubiera aguantado! Bien por el médico y enfermera.
Por cierto, pillaste una foto del rayo, eso es difícil... cuánto tiempo de exposición utilizaste? :P
Pues si que es difícil pero usé un truquito y paciencia y al finál lo pillé.
Grabaste un vídeo y seleccionaste el fotograma del rayo?
O estuviste pulsando la tecla de captura continuamente hasta que salió?
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