Meteo: Real. Mucho frio en las montañas (-16ºC en Khorog). VMC en casi todos los vuelos. 270/140Kts a FL340.
Aeronave: L-1011 Tristar
Simulador: XPlane 9.70
La situación pintaba muy bien. Sin
retrasos, sin problemas con la documentación, pasaportes,
tripulación alegre y comprometida, un aeropuerto hiperseguro, en
contraste con lo que imaginaba, con todas las facilidades y
servicios, y un L-1011 Tristar estupendo a nuestra disposición
cedido por las lineas aéreas jordanas que nos esperaba en el
aparcamiento listo para ser cargado y volar a nuestro destino:
Jerusalén.
Pero ya me parecía a mi que todo era demasiado bonito para durar. Al encontrarnos con el representante de los propietarios de la carga su cara no presagiaba nada bueno y cuando nos dijo que la carga había que buscarla en otro sitio los nubarrones se arremolinaron sobre nuestras cabezas. “Bueno, y ¿donde tenemos que ir?” preguntamos; con una sonrisa nerviosa nos señaló un mapa y contestó: “por aquí... mas o menos”.
¿Donde está Khorog? |
A punto de abandonar nuestro contacto
recibió una llamada que le confirmaba que la carga se encontraba en
Khundug y que había un aeródromo “apropiado” muy cerca. ¿Donde
narices está Khundug? ¡¡ Tajikistán!! Justo en la frontera pero
al otro lado de ella y no teníamos documentación para llegar allí.
“Eso no es problema” respondió nuestro contacto “¿podrán
llegar allí?”. Bufff, la pista es corta, sin radioayudas, está a casi 7000ft,
rodeada de montañas; podremos entrar vacíos pero sacar peso de
allí... sería peliagudo; pero además la zona no era segura y el
riesgo de ataque era demasiado elevado. No podíamos aceptar.
Un par de golpecitos en la espalda y al
volverme encuentro una cara conocida pero que no situo en el lugar.
¡Mi amigo Ángel en Kabul! Menuda sorpresa: un compañero del Club de Exploración y Aventura que se encuentra con las tropas españolas
al que no veía siendo vecino mío y me lo encuentro aquí. Tras los
abrazos pertinentes se interesó por la situación y puso negro sobre
blanco. Era un suicidio ir a aquel sitio sin apoyo militar de manera
que nos pidió unos minutos que se prolongaron algo mas de un par de
horas pero que dieron sus frutos. Consiguió unirse a la expedición
asegurando protección en la zona afgana de la frontera por parte de
las tropas alemanas de la zona. Tajikistán quedaba fuera de su
jurisdicción. Luego llevaríamos todo lo que las circunstancias
permitiesen a Herat, bajo control de tropas españolas, donde
dejaríamos a Ángel y algo de la carga para que fuese repartida por
la zona y continuaríamos hacia Jerusalén.
Despegando de Kabul |
Sobrevolando el aerodromo de Khorog (Se ve en el fondo del valle) |
La suerte empezaba a sonreir. Aterrizábamos al final de la tarde, la meteo era propicia y las tropas alemanas en tierra nos confirmaron que la zona era “segura” con lo que tras sobrepasar el campo hacia el norte sobrevolando los picos del este del valle, viramos y nos introdujimos en el manteniendo la máxima velocidad posible para evitar “riesgos” y aterrizamos sin mayores complicaciones que la congoja del paisaje que teníamos por delante. Si el viento no cambiaba el despegue sería muy complicado.
Final 16 de Khorog |
Amparados por las sombras de la noche
se pudo cargar el avión al máximo de su peso dejando pendiente los
últimos ajustes para el momento del despegue. No me pregunten como
se las arreglaron para ello pero solo la parte de la carga que no
cabía por peso se quedó en tierra en buenas manos para ser
distribuida por la zona donde era mas preciso. Así, cuando todavía
las tinieblas invadían el valle posicionamos el avión en la
cabecera de la pista... 16. Los 15Kts de viento del sur hacían
imposible el despegue hacia el norte y debíamos aprovechar las bajas
temperaturas del final de la noche así como la sorpresa del amanecer
para despegar.
Escuchamos como salían los aviones de
reconocimiento por control remoto y en pocos minutos un par de
“Apaches” revolotearon por la zona mientras con la luz suficiente
iniciábamos la carrera de despegue contra la montaña. “Vuelen
bajo hasta alejarse del aeropuerto” fue el consejo de los pilotos
locales. Je, je, la pista era la justa para el despegue y deberíamos
volar bajo por el valle para poder aumentar la velocidad, así que el
consejo era de “obligado cumplimiento” por propia necesidad.
Motores al 100% y soltamos frenos para
obtener una aceleración muy pobre. Poco a poco la velocidad aumenta
y empieza a marcar el anemómetro. Seguimos comiendo pista contra una
montaña despegando exactamente como teníamos previsto, apurando la
pista al máximo para poder encarar las curvas del valle lo mejor
posible. Tren arriba y seguimos acelerando lentamente sin ganar
altura, manteniéndonos lo mas bajos posible y con algún aviso de pérdida
intermitente pero sin mayores problemas de manera que vamos subiendo los flaps a
medida que ganamos velocidad..
"Arrastrándonos" saliendo de Khorog |
Lo suficientemente alejados del
aeropuerto, si ya estábamos pálidos por la salida, iniciamos una
trepada con 45º de cabeceo que a mas de uno lo dejó transparente de
forma que en un santiamen alcanzamos la seguridad de la altura y
pusimos rumbo a Herat donde nos esperaban.
La trepada |
Tras un vuelo sin incidentes la
aproximación la hicimos en visual apoyados por el GPS ya que
el NDB y DME estaban inoperativos. Allí dejamos la carga necesaria y
a nuestro buen amigo Ángel quien se encargaría de repartir la carga
que allí dejamos y, de nuevo al amanecer, salimos hacia Jerusalem.
Saliendo de Herat |
Sin mayores problemas que el viento en cara sobrevolamos Iran, Irak y Jordania pero al contactar con el control israelí nos informaron que el aeropuerto de Jerusalen está en desuso y debemos ir otro alternativo. Pero esta vez estaba todo previsto. Efectivamente el aeropuerto ya no se usa pero se había habilitado especialmente para nosotros gracias a la mediación de los poderosos propietarios de la carga de manera que con un nivel de combustible mas bajo de lo previsto conseguimos aterrizar sin complicaciones en nuestro destino donde nos esperaban para llevar la valiosa carga a Belén y de allí distribuirla por el resto del mundo.
En final de la 30 en Jerusalen |
Misión nº 20. Origen: Kabul |
PD: La misión se voló integramente en conexión a IVAO
4 comentarios:
Buena historia!
Como hicieras los comentarios de ella en IVAO mientras volabas...
Déjame los regalitos que yo los llevo a Tagoror y los dejo a buen recaudo :-)
Muy buena historia.
Tan bonito como un cuento de Navidad. Leer esta historia es tan apasionante que me parece haberla vivido sintiendo el peligro y la emoción del vuelo entre las montañas. ¡Bravo por el piloto!
Guau, menuda aventura!! Realmente ha sido apasionante leerla. Espero que esa carga haga que la vida en ciertos lugares sea mucho más llevadera. Saludos!!
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