Piloto: Juanjo.
Avión: Grumman Goose.
Meteo: Real. CAVOK y vientos ligeros del NW.
La llamada de auxilio se atendió de manera inmediata, aunque conociendo al magnate decidí usar el el flamante Grumman Goose en lugar de la Seamax... y acerté.
El despegue y llegada al barco no fue difícil, amerizando entre unos delfines que me dieron la bienvenida. Me acerqué y solo vi al patrón, una atractiva mujer, afanándose en lanzar un pequeño bote al agua y que me hizo señas para acercarme y fondear sin peligro.
Al abrir las escotillas, ya tenía el bote abarloado por babor con cuatro figuras que literalmente se lanzaron al interior cubiertas con toallas y mantas. Me asusté pensando que era una trampa y me habían secuestrado pero unos "kalimera" y "efgaristó" disiparon mis temores. El último en subir a bordo se descubrió y mientras cerraba las escotillas se presentó como el Sr. Muchapastoulos, rogándome que despegara cuanto antes y que no abriese la puerta de la cabina bajo ningún concepto.
Así lo hice y a los cinco minutos se presentó en la cabina para darnos las gracias por la inmediata asistencia. Resulta que es aficionado a la aviación y le gustan los aviones antiguos con lo que estaba encantado de volar en este. Le invité a llevarlo un poco y mientras lo hacía me comentó que la noticia de su embarrancamiento se conoció entre los paparazzi y sus invitados debían preservar su identidad a toda costa por lo que tenían que salir de allí de la manera mas rápida y anónima.
Alguna llamada tuvo que hacer pues en Heraklión me autorizaron por la vía mas corta y aparqué en una zona alejada de la terminal al lado de un precioso Gulfstream nuevo en el que sus misteriosos/as invitados/as embarcaron con rumbo desconocido.
Detrás de ellos despegué rumbo Gramvousa, donde tras dejar el barco asegurado rescaté "al patrón" ofreciéndole la hospitalidad de nuestras instalaciones en Malene.
Avión: Grumman Goose.
Meteo: Real. CAVOK y vientos ligeros del NW.
La llamada de auxilio se atendió de manera inmediata, aunque conociendo al magnate decidí usar el el flamante Grumman Goose en lugar de la Seamax... y acerté.
El despegue y llegada al barco no fue difícil, amerizando entre unos delfines que me dieron la bienvenida. Me acerqué y solo vi al patrón, una atractiva mujer, afanándose en lanzar un pequeño bote al agua y que me hizo señas para acercarme y fondear sin peligro.
Al abrir las escotillas, ya tenía el bote abarloado por babor con cuatro figuras que literalmente se lanzaron al interior cubiertas con toallas y mantas. Me asusté pensando que era una trampa y me habían secuestrado pero unos "kalimera" y "efgaristó" disiparon mis temores. El último en subir a bordo se descubrió y mientras cerraba las escotillas se presentó como el Sr. Muchapastoulos, rogándome que despegara cuanto antes y que no abriese la puerta de la cabina bajo ningún concepto.
Así lo hice y a los cinco minutos se presentó en la cabina para darnos las gracias por la inmediata asistencia. Resulta que es aficionado a la aviación y le gustan los aviones antiguos con lo que estaba encantado de volar en este. Le invité a llevarlo un poco y mientras lo hacía me comentó que la noticia de su embarrancamiento se conoció entre los paparazzi y sus invitados debían preservar su identidad a toda costa por lo que tenían que salir de allí de la manera mas rápida y anónima.
Alguna llamada tuvo que hacer pues en Heraklión me autorizaron por la vía mas corta y aparqué en una zona alejada de la terminal al lado de un precioso Gulfstream nuevo en el que sus misteriosos/as invitados/as embarcaron con rumbo desconocido.
Detrás de ellos despegué rumbo Gramvousa, donde tras dejar el barco asegurado rescaté "al patrón" ofreciéndole la hospitalidad de nuestras instalaciones en Malene.
1 comentario:
Me gusta el informe; un punto de vista diferente e igual de interesante de la misión dada.
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