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x-plane 10.20
El vuelo hasta la Graciosa nos llevaría una horita mas o menos así que decidí salir un par de horas antes del ocaso para llegar tranquilo al destino y, tras cenar pescadito recién sacado del agua y un sueñecito reparador, volver temprano al Jarde con las viandas para la barbacoa del día siguiente que nuestro amigo Ambrosio nos pescaría por la noche.
El vuelo estuvo espectacular, con un tiempo envidiable que me permitió disfrutar de los paisajes de Fuerteventura y Lanzarote desde los 1000 pies.
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Isla de Lobos |
Desde el Jarde rumbo norte directo hasta la punta septentrional de la isla majorera donde subimos un poco mas para dar el salto de 7NM que nos separan de la costa de Playa Blanca.
Por nuestra derecha dejamos la isla de Lobos y nos encaminamos a las proximidades del punto S del CTR de Lanzarote manteniendo contacto radio con aproximación por si el motor decidía tomarse un descanso inoportuno.
Desde S continuamos hacia N y desde allí recortamos una esquina del CTR para llegar a la Caleta de Famara. La verdad es que hay algunos espacios aéreos absurdos. ¿Que interferencia podría crear con los tráficos del aeropuerto en esa zona a 1000 pies?. En fin, continué el viaje acercándome a los impresionantes acantilados de la costa norte y dejando por mi derecha LZR, el VOR mas al norte de todas las islas.
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Sobre Famara. El archipiélago Chinijo al fondo. |
Desde allí ya tenía a la vista mi destino y me dispuse a aterrizar en el pequeño terreno del helipuerto de La Graciosa. Para despegar necesitaba un poco de viento en cara y un carreteo fuera de sus límites, pero no era mayor problema que el separar algunos pedruscos para hacer una mini pista.
Allí me esperaba Ambrosio, con su buen humor habitual y dispuesto a ayudarme a asegurar el autogiro cuando de repente vemos llegar a toda prisa un coche que se para a escasos metros y del que se bajan un capitan, un teniente y un sargento de la Guardia Civil que inmediatamente preguntan por el piloto del autogiro y la documentación. ¡¡No me puedo creer que el cruzar una esquina del CTR conejero movilizase a la autoridad como para ir a buscarme a La Graciosa!!
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Con el teniente médico rumbo a Alegranza |
Pero, efectivamente, no era esa pequeña "infracción" el motivo de su visita. Mientras nos devolvían la documentación sin mirarla, (Ambrosio era bien conocido por la zona) el capitán comenzó a decirme que necesitaban el autogiro, que lo requisaban, que era necesario para la seguridad nacional, que la situación lo requería, que... vamos, que le habría dado un patatús si el teniente no le interrumpe y , literalmente, me lo quita de encima. Mientras uno tranquilizaba al otro el sargento me puso al tanto de la situación.
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El volcán de Alegranza |
Un importantísimo miembro del Estado estaba pasando unos días de incognito por la zona, su afición a la caza le había jugado una mala pasada pues saltándose todos los protocolos de seguridad se había ido a la isla Alegranza con su escopeta y allí una pardela le hizo dar un mal paso haciéndolo caer lesionándose la maltrecha cadera. Al estar de incógnito y saltarse los protocolos habian pillado al servicio de seguridad en "fuera de juego". El teniente era médico y con un botiquín se estaban trasladando en una lancha para socorrer al herido mientras llegaba el helicóptero que estaba rescatando una patera al sur de Fuerteventura y tendría que repostar todavía. El capitán era uno de los responsables de la seguridad y por eso estaba tan nervioso. La lancha no funcionaba muy bien y al verme aterrizar desembarcaron para pedirme si podía llevar al médico y su botiquín hasta el sitio del accidente. Por supuesto la identidad del herido era confidencial y debería mantener ese secreto.
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Aterrizando en el volcán |
El ocaso estaba próximo pero el vuelo era de unos escasos 10-15 minutos así que no me costó aceptar el "trabajo" con la condición de que me firmasen un documento en el que delaraban una situación de emergencia, me permitán sobrevolar y aterrizar en un paraje protegido y se hacían cargo de los gastos que se pudieran ocasionar. Yo creo que habrían firmado cualquier cosa de manera que en minutos tenía a mi pasajero con su botiquín acomodado en el asiento trasero, iniciando el vuelo hacia el norte.
El salto fue muy corto pero cuando me señaló el sitio donde se hallaba el personaje, dentro del cono de un volcán me di cuenta que no sería un aterrizaje sencillo. Tuve que explicarle varias veces que aquello no era un helicóptero, que no podia hacer un estacionario y que para bajarse tenía que aterrizar así que tras un par de vueltas de reconocimiento me pareció ver un sitio propicio para aterrizar lo que conseguí hacer sin muchas dificultades.
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De vuelta a La Graciosa |
En cuanto tomamos tierra el teneiente estuvo a punto de saltar sin esperar a que se parase el rotor y tuve que retenerlo para evitar un accidente. El herido estaba con un par de guardaespaldas y otra persona mas; uno de ellos se acercó y me dijo que el médico se hacia cargo, que me mantuviese alejado y si me necesitaban me llamarían. Me vino de perlas pues aprovechando la luz que quedaba podría construirme una pista para despegar al día siguiente retirando algunos pedruscos del fondo del volcán y de paso encontrar un hueco para dormir pues ya me veía pasando la noche en aquel lugar.
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A minutos del ocaso |
Cuando ya tenía preparada la pista para el despegue del día siguiente de nuevo se acercó uno de los guardaespaldas y, tras darme las gracias por acercar al médico, me comentó que la situación estaba controlada y el helicóptero en camino con lo que podía irme cuando quisiera, no sin antes recordarme sutilmente que debia mantener la identidad del herido en el anonimato. Huelga decir que no me lo pensé dos veces; oficialmente no había visto al "famoso personaje" por lo que no podía saber quien era con certeza así que arranqué el motor todavía caliente y con una breve comprobación de rutina me fui al aire apurando la "pista" recien construida. Un suave giro y encaré el borde del volcán que sobrepasé sin dificultad encaminándome hacia la Graciosa donde llegaría con el ocaso, haciendo un aterrizaje justo en el momento de la puesta del Sol. Ciertamente apuré un poco pero los paisajes de la zona con esa luz del atardecer fueron una buena recompensa a la tensión vivida un rato antes.
Nada mas aterrizar vi pasar el helicóptero que a toda velocidad se dirigía al norte para aprovechar los últimos momentos de luz. No sería un rescate fácil pero la pericia de los pilotos seguro que permitiria la evacuación del herido... por la cuenta que les traía, claro.
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Amanece en Lanzarote |
En fin, al final los planes solo se torcieron un poco. La cena se retrasó pero al día siguiente estaba listo para volver al Jarde justo al amanecer, con una caja de pescadito fresco asegurada en el asiento trasero para ser asado en la barbacoa del aeródromo acompañado de buen vino y productos locales.
De nuevo unas vistas maravillosas de los paisajes con la luz del orto gratificaron sobradamente el madrugón.
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Aproximación al Jarde |
Llegué temprano al Jarde y tras una pasadita de reconocimiento a la pista en la que vi la manga totalmente muerta hice un 180º y aterricé con suavidad casi en la puerta del hangar; no tuve ni que rodar al aparcamiento. Pese a lo temprano de la hora ya había movimiento con los preparativos de la barbacoa así que un buen desayuno fue el comienzo de un dia estupendo en el que la historia de la jornada anterior fue el tema principal de las conversaciones y las bromas.
PD: Deseamos una pronta recuperación del herido, quien quiera que fuese.
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Bonito contraluz |
2 comentarios:
Vaya! Me quedo con la duda del herido !!!!
Quién eeeeeeessssssssssssssss?
Jejejeje que buena historia. Una pena que no te enteraras de quién era, al menos oficialmente jajajaja
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