Piloto: José Ángel.
Avión: Seamax M-22.
Meteo: Real, vientos de componente ESTE de 16-18 nudos con algo de turbulencias.
La primera parte de la misión fue la más rápida y excitante. Un viento de cola me impulsó en dirección OESTE permitiéndome alcanzar la península de Gramvousa en pocos minutos. Tras traspasar la dorsal, avisté en las azules aguas de Balos el velero varado, así que me dispuse a bajar y amerizar en dirección ESTE.
Ya en el agua, y tras cruzarme con un banco de delfines, me acerqué al velero dispuesto a recoger a el Sr... ¡Vaya! Era la Sra. Muchapastoulos; la cual había cogido "prestado" el velero y ahora se encontraba en un apuro.
Tras subirla a bordo, intenté un infructuoso despegue a favor del viento. Pero los nudos y el peso de más en la aeronave me lo impidieron, tuviendo que alejarme de la costa e intentar el despegue en dirección a ella... ¡Bien! Tras algunos bamboleos ya estaba en el aire. Tuve que hacer un giro para ganar la altura suficiente y así conseguir superar la dorsal de Gramvousa y poder poner rumbo a la capital, con un molesto viento de 17 nudos en contra.
Crucé la "Segunda Capital", Chania, luego la península de Akrotiri y poco después, a petición de mi acompañante, hice una pasada rápida y superficial al lago Limni Kournas.
Más tarde, acompañados por las nubes, viento y turbulencias, cruzamos Rethymno y seguimos la línea de costa hasta avistar el aeropuerto de Heraklion, donde tomamos tierra por la 09 apunto de ocultarse el Sol.
Avión: Seamax M-22.
Meteo: Real, vientos de componente ESTE de 16-18 nudos con algo de turbulencias.
La primera parte de la misión fue la más rápida y excitante. Un viento de cola me impulsó en dirección OESTE permitiéndome alcanzar la península de Gramvousa en pocos minutos. Tras traspasar la dorsal, avisté en las azules aguas de Balos el velero varado, así que me dispuse a bajar y amerizar en dirección ESTE.
Ya en el agua, y tras cruzarme con un banco de delfines, me acerqué al velero dispuesto a recoger a el Sr... ¡Vaya! Era la Sra. Muchapastoulos; la cual había cogido "prestado" el velero y ahora se encontraba en un apuro.
Tras subirla a bordo, intenté un infructuoso despegue a favor del viento. Pero los nudos y el peso de más en la aeronave me lo impidieron, tuviendo que alejarme de la costa e intentar el despegue en dirección a ella... ¡Bien! Tras algunos bamboleos ya estaba en el aire. Tuve que hacer un giro para ganar la altura suficiente y así conseguir superar la dorsal de Gramvousa y poder poner rumbo a la capital, con un molesto viento de 17 nudos en contra.
Crucé la "Segunda Capital", Chania, luego la península de Akrotiri y poco después, a petición de mi acompañante, hice una pasada rápida y superficial al lago Limni Kournas.
Más tarde, acompañados por las nubes, viento y turbulencias, cruzamos Rethymno y seguimos la línea de costa hasta avistar el aeropuerto de Heraklion, donde tomamos tierra por la 09 apunto de ocultarse el Sol.
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