Piloto: Juanjo
Meteo: Glasgow: 270/25 8000 RA BKN005 OVC 010 4/2 1001
Vágar: 090/25 9000 SHRA OVC013 2/0 995
Aeronave: RJ-70
Simulador: XPlane 9.70
A
la hora programada me reuní con el resto de la tripulación para,
tras el correspondiente repaso de la documentación, preparar el
avión para la misión. La meteo no era muy buena pero no debería
suponer un gran problema así que, una vez introducidos los datos en
el computador de vuelo y con los pasajeros a bordo, llamamos a rodadura para
arrancar los cuatro motores y rodar la la pista 23.
Nivel de vuelo 310 |
La
meteo no había variado respecto a las previsiones de forma que, una
vez en final de la 12, salimos de la capa de nubes y lluvia a unas
3,5 millas de la pista en medio del valle, maniobrando para
alinearnos con ella puesto que el localizador nos deja separados unos
14º del eje de la misma. Esperábamos mas turbulencias pero la toma
fue bastante suave oyéndose aplausos en la cabina de
pasajeros. Parecían muy contentos cuando bajaban del avión en la
pequeña plataforma del aeropuerto a pesar de la lluvia y el cielo
gris.
Vágar, final 12 |
Glasgow, final 23 |
Unos
días mas tarde repetimos la misma operación con la intención de
volver a por nuestros pasajeros con un pequeño cambio de planes
puesto que adelantamos el vuelo para llevar a tres viajeros que se
unirían al grupo y clausurarían la reunión. Para nosotros suponía
unos días mas de dietas y además una visita turística por la zona
hasta el regreso de manera que, tras preparar el avión, me dispuse a
dar la bienvenida a los tres ilustres pasajeros cuando, para mi
sorpresa, me encuentro con el Sr. Muchapastoulus subiendo por la
escalerilla; “Hola amigo” me dijo en castellano con una sonrisa
de oreja a oreja.
Desde
el “rescate” en la isla de Balos habíamos tenido algunos
contactos comerciales pero no esperaba verlo como pasajero de manera
que, sabiendo de su afición por la aviación, le invité a
acompañarnos en la cabina durante el despegue y aterrizaje a lo que
accedió encantado y, disculpándose ante sus dos compañeros, se
acomodó en el “transportín” de la cabina.
Mal asunto... |
Con
el avión en un viraje menos cerrado nos concentramos en controlarlo.
El manejo de la potencia era un problema pues era uniforme para todos
los motores por lo que tuvimos que apagar los del plano
izquierdo para poder mantener un cierto control de la aeronave. Una
vez conseguida la estabilidad del vuelo informamos al control de la
situación e iniciamos las maniobras para alejarnos del aeropuerto e
intentar una aproximación a la pista en servicio. Por fortuna el
poco peso del avión permitía un vuelo “aceptable” con solo dos
motores del mismo lado y, poco a poco, nos fuimos colocando en una
larga final a la pista 23 donde nos esperaban todos los equipos de
emergencia.
En final 23 con dos motores inoperativos y sin mando a la izquierda |
En tierra, justo en el borde. |
Sin fuerzas en las piernas y mas blancos que la cal de una pared pudimos
abandonar el aparato sin necesidad de auxilio de los medios de
emergencia dirigiéndonos a una de las salas del aeropuerto donde,
tras una breve entrevista con las autoridades aeronáuticas y el
reconocimiento médico rutinario, se nos ofreció un reconfortante
“piscolabis” que nos recompuso la moral. Esa noche la adrenalina
todavía circulaba por el cuerpo de manera que la excitación me
mantenía en vela. Bajé al bar del hotel y allí estaba mi
tripulación en el mismo estado que yo, con la "comidilla" de que pudo
pasarle al avión. Sabiendo que ya estaba en los hangares y que estos
estaban a escasos minutos del hotel nos decidimos a acercarnos a
preguntar un poco.
Una
vez allí los mecánicos nos comentaron haber encontrado un
extraño defecto en el sistema de actuación de los mandos de vuelo
causante del bloqueo para alabear a la izquierda y que interfería a
su vez en las palancas de potencia el cual se solucionó en unos
minutos pero que estuvo a punto de causar una catástrofe.
Increiblemente el avión estaba listo para volar justo a tiempo para
ir a recoger al grupo el día programado de forma que, con el
incidente todavía fresco en nuestras mentes, nos pusimos en marcha
realizando las mismas operaciones rutinarias de preparación del
vuelo.
En
esta ocasión subimos a FL330 y después de una travesía muy tensa pero
sin incidentes iniciamos la aproximación NDB MY a Vágar puesto que
el localizador de la pista 12 estaba inoperativo. Esta es una
aproximación muy interesante puesto que nos permite un descenso
sobre el mar hasta estar fuera de nubes y luego continuar en visual,
invirtiendo el rumbo e introduciéndonos en el valle para llegar al
aeropuerto.
Como
estaba previsto salimos de la “sopa” de nubes antes del punto de
frustrada y virando por la izquierda identificamos los abruptos
acantilados e islotes para encaminarnos al valle al final del cual se
encontraba nuestro destino. En esta ocasión el aterrizaje no tuvo
mayores inconvenientes y tras una breve espera aparecieron nuestros
pasajeros entre los que rápidamente localicé al Sr. Muchapastoulus,
a quien junto a sus dos colegas, la compañía había trasladado
en otro avión tras el frustrado vuelo anterior.
En final de la 12 |
Virando a final de la 12 |
Volviendo a Glasgow |
2 comentarios:
Un tonel con un Avro?
Y con el Sr. Muchapstoulus en cabina???
Se le habrán puesto de corbata!
Eso de un empleado desaparecido... no tendrá que ver con cierto militar de Groenlandia, no?
Alguien está tratando de echar TAG abajo!
Pues si, aunque el "canguelo" nos dió a todos al pararse el avión en la pista. ("Pa' vernos matao" que diría el castizo)
Ya hemos tenido dos sabotajes aunque no creo que sea por la compañía sino por el pasaje que llevamos, pero... quien sabe... tal vez hay algo de relación... ya nos lo dirá el futuro.
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