Piloto: Pau.
Meteo:
Avión: Twin Otter.
Meteo:
Avión: Twin Otter.
La urgencia de la misión hizo que me apurara a terminar mi almuerzo para salir lo antes posible hacia Lukla. Lamentablemente las prisas son incompatibles con los nativos de la zona y me vi esperando como una hora a que el personal sanitario hiciera acto de presencia en plataforma.
La meteorología no era buena, la base de las nubes estaban a 12000 pies, muy justo si tenemos en cuenta que Lukla está a unos 10.000 en un territorio en donde el tiempo puede cambiar de un segundo a otro.
Nervioso y mal de tiempo, inicio el rodaje con 580 lb de peso y unas 2600 lb de carburante, más que suficiente para ir y volver cargado con mi DHC-6 100.
Tras rodar hasta la pista 20 inicio la carrera de despegue. Las condiciones en ese momento eran de 185/9 kts, lo que junto a mi poco peso alzara el vuelo a una velocidad endiablada. En un segundo, y antes de recorrer la mitad de la pista estaba ya a una considerable altura sobre esta.
Una vez en el aire, y mientras ascendía hacia los 16000 pies, puse rumbo 100, hacia Lukla, para quedarme un poco al sur de la misma y subir por el valle en el que se encuentra. Durante un buen rato me encontré entre nubes, sin visibilidad, y con algún que otro susto ocasionado por el radio altímetro que llegó a marcar menos de 200 pies sin llegar a ver en ningún momento la montaña que estaba a nuestros pies. Afortunadamente el pasaje iba distraído preparando el material para atender a los montañeros, pero si por un momento hubieran mirado hacia mí, hubieran sido testigos de una cascada de sudor que caía por mi rostro, absorto mirando el RA.
Por suerte no sucedió nada, y al sobrepasar los 15000 pies quedamos libres de nubes.
A partir de ese momento el vuelo se desarrolló sin incidencias, disfrutando de las increíbles vistas que los altos picos nos regalaban.
Con la ayuda del GPS, pude determinar el descenso y bajar hasta los 11000 pies, más o menos dentro de la garganta que iba a remontar. Algunos momentos de tensión se vivieron al saber que muy cerca y alrededor nuestro, había suelo del duro que no podíamos ver. Por suerte el GPS funcionó bien y el error que pudiera tener no condujo a ningún percance.
Por debajo de los 12000 pies volví a tener referencias visuales y remonté el valle. Lo cierto es que no sé qué sucedió, pero me pasé de largo. Sí sí, dejé Lukla atrás, y de nuevo, el GPS me salvó. En fin, media vuelta e inmediatamente pudimos avistar el campo.
La aproximación fue sencilla, mantuve unos 11000 pies y 90 nudos hasta estar cerca de la pista momento en el que puse full flaps y bajé con un gran ángulo. Salvo por las sensaciones que pudieran provocar las vitas "empinadas" desde la cabina, todo fue perfectamente. Recogí cerca del suelo, una toma algo dura y luego reversa. Pude frenar con bastante antelación.
Todo hay que decirlo, si bien se retrasaron a la salida, el personal sanitario corrió nada más abrir las puertas a atender a los pobres montañeros. Los peores fueron cargados en camillas y el resto subió por su propio pie. Lo cierto es que se les veía bastante mal así que tras cargar cerca de 2500 lb de peso, rodamos para despegar lo más rápidamente posible.
Si aterrizamos por la 06, encaramos la 24 a la salida. El bueno del DHC-6 100 se comportó perfectamente, despegando con 2 puntos de flaps antes del inicio del barranco que se encuentra al final del campo.
Al ir con más carga, decidí continuar rumbo sur, siguiendo el valle, hasta ganar algo de altura. Una vez superé los 13000 pies, puse rumbo directo al vor KTM (112.30) de Kathmandu. El proceso se repitió, cruzamos nubes y a partir de los 15000 pies el cielo se abrió a nuestros ojos. El descenso fue mucho más sencillo, Kathmandu se encuentra a algo más de 4300 pies, por lo que no había peligro de descender por sus cercanías y encontrarse una sorpresa en forma de montaña que pudiera fastidiarnos el día.
El viento se mantenía a 185º, por lo tanto realicé una aproximación visual a la pista 20. La toma fue sencilla, con full flaps salí por la primera y varias ambulancias nos estaban esperando para trasladar a los enfermos.
Cuando todo el mundo hubo bajado, pude al fin relajarme, incluso creo que durante diez minutos me dejé dormir dentro de la cabina. Supongo que un trabajo bien hecho causa satisfacción y relajación.
1 comentario:
¡¡Paverosmatao!!¡¡200' de RA!! Alguien se va a pasar un tiempo en instrucción.
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